¿Cómo son los Libra?

Si has nacido entre el 23 de septiembre y el 22 de octubre, claro que si, eres Libra. Eres un signo masculino, cardinal y de aire regido por el planeta Venus y ocupas la séptima posición en la rueda zodiacal. En oposición directa con Aries. Recibes tu nombre de la constelación Libra (la balanza). Te encanta solucionar problemas ajenos, lo sabes. Siempre andas de aquí para allá dando consejos de lo que te parece que es o no es justo (aunque los demás tengan opiniones diferentes), y también te gusta discutir. Discutir todo. Te enseñamos quien es Libra.

Eres inteligente pero a la vez puedes llegar a cometer los mismos errores una y otra vez, y también puedes pasarte horas hablando o ser de repente el más callado del mundo. Tienes el don de saber escuchar muy bien y por eso, los demás signos se acercan a ti cuando necesitan dosis de desahogo.

 

A pesar de que Libra representa la balanza y el equilibrio no es cierto que todos seáis armónicos o prudentes. Para nada. El equilibrio es el final, lo que en realidad buscas pero que puedes tardar en encontrar. Te cuesta enormemente tomar decisiones y, cuando de repente las tomas, te quitas un gran peso de encima. La duda te quita el sueño y no te deja avanzar muchas de las veces.

 

Por un lado, eres dulce, gracioso y encantador, todo hay que decirlo, pero cuando te hallas encontrando ese equilibrio eres confuso, muy inquieto y si, te enfadas a la mínima. Arriba y abajo hasta que encuentras tu camino.

Has nacido para ser sociable y ocioso, pero a veces, tienes grandes excesos en tu vida lo que te lleva a, de repente un día, intentar frenar tu vida caótica encerrándote en casa o meditando sobre qué opción elegir y si lo que has echo está bien o mal. Te dura poco, porque al rato vuelves a salir y a abusar de los placeres. Estás en búsqueda constante de algo, lo que tu llamas estabilidad, y para eso, tienes que probarlo todo.

Tu carácter se compone de varios factores de igual porcentaje como la bondad, el gusto por discutir, la honestidad, la lógica y la indecisión. El placer por discutir es natural en ti.

No te gusta nada que la gente hable por hablar, sin datos puntuales o que generalicen. Necesitas que argumenten y si no son capaces de hacerlo ya estarás tú para contradecirles. Obviamente con estadísticas y referencias. Te encanta llevar la contraria a los demás, si a alguien le parece algo bien, ya estarás tú explicando el lado negativo que tiene. Y si le parece algo mal, te encargarás de aclarar que también tiene una cara positiva. Ahí es cuando aparece tu talento para contradecir todo.

Tienes una gran capacidad para tranquilizar al nervioso. Para ti la vida se basa en posibilidades infinitas por lo que siempre tienes varias respuestas para todo. La gente que va en busca de un consejo tuyo termina abriendo los ojos y descubriendo que existen un sinfín de caminos o de medios a escoger. Tener tantas opciones a veces, te vuelve loco hasta a ti mismo. No sabes qué vas a comer hoy o cómo vas a vestirte. No sabes que zapatos elegir porque hay cinco para elegir. No sabes de que sabor quieres e helado porque hay quince sabores. Si, eso te pasa muy a menudo.

Además, algo que detestas es que te presionen cuando estás pensando cual será tu decisión. Te bloquean aún mas. Pero todo tiene su final, y cuando, por fin, has tomado el camino que crees correcto, irás hasta el final y te aferrarás a él. Sea para bien o sea para mal.

Prefieres tomarte tu tiempo al hacer las cosas, prefieres hacerlas bien a hacerlas mal y tener que empezar de nuevo. Otra vez. Aunque ya te ha pasado varias veces. Odias a la gente que se enfada rápidamente por cualquier tontería pero a la vez puedes llegar a tener ese comportamiento si te presionan más de lo debido.

En definitiva eres un signo fácil de llevar, con altibajos normales y que busca por encima de todo la paz y la tranquilidad en su mente y en su alma.

Si tuviéramos que resumir tu forma de ser en 5 puntos, serían estos:

• Estás en búsqueda constante de algo, lo que tu llamas estabilidad.

• Te encanta llevar la contraria a los demás, es divertido.

• Tener tantas opciones a veces para elegir hace que te vuelvas loco.

• Puedes llegar a cometer los mismos errores una y otra vez.

• Te cuesta enormemente tomar decisiones pero cuando las tomas, hasta el final.