Compatibilidad Géminis y Sagitario

Géminis y Sagitario son dos signos que necesitan su espacio propio para ser felices. Ambos son muy inquietos y respetan profundamente la libertad de cada uno. Son signos muy sociables, divertidos y seductores. Entre ambos hay una gran química y se atraen como imanes. Hay muchísimas parejas que además, duran años, de estos signos. Es muy habitual verlas. Esta es la compatibilidad Géminis y Sagitario.

Al principio de la relación todo es diversión y fiesta. Risas, largas conversaciones, más fiesta. Surge la atracción casi de forma instantánea, y es cierto que puede ser más bien una atracción mental. El problema viene cuando quieren mantener una convivencia, ya que tienden a aburrirse mucho con la rutina.

Y, volviendo a los comienzos, cuando estos dos signos se juntan, sus vidas se convierten en un torbellino, con muchas situaciones inesperadas y repentinas. A ambos les encanta el riesgo, las sorpresas, los cambios, las aventuras, los retos nuevos… Les resulta muy difícil aferrarse a alguien o a algún lugar por mucho tiempo. Sienten, por momentos, como si hubieran encontrado su media naranja.

A pesar de que pueden tener diferentes puntos de vista, la combinación entre Los Gemelos y el Arquero es buena y no existen muchas complicaciones graves entre ellos. Son flexibles y se adaptan con facilidad a todo lo que les venga. Ambos respetarán la opinión del otro aunque a veces les cueste e intentarán no reprimir a su pareja.

Por la elevada independencia de cada uno, pueden surgir algunos conflictos como la desconfianza en el otro pero los dos saben que, si están enamorados de verdad no van a fallar.

Con el tiempo, pueden darse algunos giros inesperados. Géminis, por norma general, no dejará de hacer cosas nuevas durante toda su vida. Pero Sagi, es probable que se apalanque un poco más, que se acomode de alguna forma, que sientes la cabeza. Eso al final, puede hacer que sus versiones acerca de cómo quieren llevar la vida dejen de encajar.

Lo mejor entre estos signos son las locuras compartidas, la pasión por vivir, por crear… Lo peor, a veces la demasiada independencia que tienen. Puede enfriar las pasiones, la relación, la química. También es insano esa actitud egoísta que a veces demuestran o la rivalidad.